Se va acercando la época más fría del año y todos sabemos que es el momento de encender las calderas comunitarias. Si tenemos en cuenta lo establecido por el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios (RITE), habremos realizado un adecuado mantenimiento del sistema de calefacción a lo largo del año, por lo que aprovecharemos sus propiedades durante el invierno. Según la normativa y por evitar posibles inconvenientes, el RITE obliga a contratar estos servicios a una empresa de mantenimiento integral autorizada.
El mantenimiento de comunidades va más allá de las tareas de limpieza, evitar atascos o la revisión del ascensor. En los inmuebles donde hay calefacción comunitaria su revisión y la correcta conservación de la instalación serán responsabilidad de los propietarios, además de cumplir con la legislación vigente.
Con estos trabajos, realizados por una compañía autorizada, garantizaremos entre otros aspectos: la seguridad de la instalación y su máxima eficiencia. Esto no solo supondrá un menor gasto para los vecinos sino también colaboraremos con el medio ambiente.
Mantenimiento calefacción central
A la hora de enfrentarnos a este tipo de labor, debemos tener en cuenta que no solo nos valdrá con el preventivo que asegure que la instalación funcione de manera correcta. Debemos tener la capacidad de reaccionar ante posibles averías imprevistas por lo que el correctivo también entrara dentro de las funciones de la empresa de mantenimiento integral contratada.
Con el preventivo nos aseguraremos del correcto funcionamiento de los equipos y su única misión es evitar cualquier avería que se produzca durante su utilización. Esta tarea debe ser ejecutada en el periodo de uso y es conveniente revisarla mensualmente.
Por su parte, con el correctivo tendremos una solución en cualquier época del año. Es una labor que se centra en reparar averías aparecidas por el continuo uso y que el preventivo no ha sabido detectar o ha sucedido sin previo aviso.
Tampoco podemos olvidar que una vez apagada la calefacción no se debe parar la actividad. De hecho, es más que aconsejable que el apagado lo haga la empresa contratada. No es que sea obligatorio, pero es más que recomendable y en caso de haber algún problema puedan arreglarlo.
Tras este periodo y mientras el tiempo que la caldera esté apagada, no se deben dejar de realizar labores de conservación. Trabajos como la limpieza de los equipos, sustitución de las piezas que estén deterioradas o la instalación de una nueva caldera más eficiente si la nuestra está muy anticuada etc.
Por eso, asegurarnos de la contratación de una empresa de mantenimientos integrales con una amplia experiencia en este tipo de instalaciones resultará fundamental. Además a la hora de decantarnos por una, no debemos olvidar que nos ofrezca un amplio horario de atención. Las averías no tienen ni día ni hora, por lo que este aspecto será un punto positivo si todavía no hemos contratado este servicio o queremos cambiar de compañía.