Cuando hablamos de servicios integrales muchos clientes nos dicen que es un término muy ambiguo y que puede dar lugar a errores de interpretación. Muchas compañías piensan que esta labor supone un verdadero coste que no están dispuestas a asumir, pero nada más lejos de la realidad. Una buena empresa de mantenimiento integral se ceñirá a las pretensiones de cada cliente diseñándole un plan a medida tras analizar las instalaciones y el tipo de negocio. Entender en qué consiste el manteamiento integral de una empresa ayudará a comprender la importancia del mismo y los motivos por los que es aconsejable su contratación.
Cualquier compañía, sin importar el sector al que se dedica, debe funcionar como un reloj suizo. Sufrir una incidencia en sus instalaciones o en una máquina puede derivar en el parón de la actividad, retrasando las entregas y afectando a la facturación. Una empresa de mantenimiento integral se encargará de evitar estos fallos, y si aparecen, solventarlos con la mayor celeridad.
Este tipo de labor garantiza que todo lo susceptible de averiarse está revisado y en perfecto estado. Ya sea la instalación eléctrica o el sistema de climatización, un servicio integral puede evitar muchos problemas ya que su misión en solucionarlos antes de que aparezcan. Por eso, el secreto de tener unas instalaciones acorde a tus necesidades es contratar este tipo de servicio a una compañía con experiencia. No importa que haya que arreglar un enchufe o revisar el aire acondicionado, se diseñará un plan de actuación a medida del cliente analizando aspectos como: el sector al que se dedica, el horario etc.
¿Qué engloba el mantenimiento integral de empresas?
Si analizamos los trabajos que engloba el mantenimiento integral en una empresa, podemos dividirlos en tres puntos fundamentales: mantenimiento preventivo, correctivo y limpiezas generales.
El mantenimiento preventivo es el encargado de que todas las instalaciones, así como la maquinaria funcionen de manera correcta. Siguiendo las especificaciones del fabricante se establecen una serie de revisiones para evitar averías. Son unas labores de análisis para certificar el correcto funcionamiento. La anticipación es clave en algunos sectores por lo que este tipo de reconocimientos resultan fundamentales.
Tan importante como el primero es el mantenimiento correctivo. Este tipo de tarea se encarga de realizar pequeñas reparaciones que el preventivo no ha sabido detectar. Por ejemplo, la rotura de una lámpara, las desconfiguración del control de acceso etc. Averías que surgen de improviso y que es mejor que se subsanen cuanto antes.
Por último no hay que olvidarse de la limpieza e higienización de las instalaciones. Tener unas oficinas en perfecto estado mejora la imagen de cara a clientes y proveedores, por lo que tener las diferentes estancias limpias será imprescindibles.
A pesar de que muchos gerentes creen que la contratación de una empresa de mantenimiento integral puede ser un sobrecoste, nada más lejos de la realidad. Este tipo de servicios aportan importantes beneficios como pueden ser: evitar preocupaciones innecesarias, ofrecer una imagen profesional a clientes y trabajadores y por último mantener un orden en la empresa que siempre es importante para el perfecto desarrollo de su actividad.